Notas de lectura - Los asesinos de Hemingway y Matar a un niño de Dagerman

 Los asesinos - Hemingway 

 Se relata el intento de asesinato a un boxeador en el pueblo de Summit. Tres trabajadores de un restaurante son interceptados por dos asesinos que se encuentran en busca de un tal Ole Andreson. 

 Podríamos identificar como historia superficial al encuentro de Al y Max con Nick, George y Sam y como historia profunda al hecho de que al señor Anderson no parece importarle que dos personas buscan matarlo. Se establece un enigma sobre por qué quieren matarlo y por qué Ole no hace nada al respecto 

 La historia se construye a través del uso del diálogo. El narrador introduce los nombres a medida que los personajes los nombran como si él se enterara de los mismos al mismo tiempo que el lector. (Por ejemplo, no es hasta que Al se dirige a Max en uno de los diálogos que el narrador lo empieza a llamar por su nombre; antes de eso se refiría a él como el amigo de Al, quién había sido nombrado por este acompañante en las primeras líneas). 

Matar a un niño - Dagerman

 Narra la historia de un accidente que deja sin vida a un niño en un pueblo.

 Como principales recursos utiliza la anticipación, pues apenas iniciado el relato nos informa que “en el tercer pueblo, un hombre feliz matará a un niño”.  También describe detalladamente el escenario. A su vez, durante todo el cuento se refiere al asesino como “el hombre que matará al niño” en lugar de llamarlo por su nombre.

 El lector está esperando que ambos escenarios del felíz futuro asesino del primer pueblo y niño que se abrocha la camisa en el tercer pueblo converjan. El narrador sabe en todo momento lo que sucederá, incluso nos anticipa sobre las pesadas noches de sueño y duelo que tendrá el conductor. Sabe lo que piensan todos los personajes y aporta en el relato la perspectiva que tuvo cada uno de ellos, desde el dolor de la madre que olvidó comprar azúcar hasta los testigos de la desgracia y el hombre que manejaba el auto azul.

 Podríamos identificar como historia superficial al choque y como historia profunda a cómo este suceso afectará a los involucrados en el cuento. 

 Omite narrar el momento exacto del accidente que queda sobreentendido; se narra desde la rutina pueblerina de esa mañana hasta los segundos previos al choque y se retoma desde el escenario siniestro segundos posteriores al mismo.